sábado, 29 de septiembre de 2012

Los Perros Tambie Necesitan Terapia Psicológica


 Dentro de los servicios que ofrezco para la salud mental de su mascota se pueden mencionar brevemente: Diagnóstico del problema de su mascota, plan de rehabilitación, orientación a sus dueños sobre el manejo de la mascota.
          TERAPIA CANINA   



                                                                                                    

Los animales pueden deprimirse, sufrir ansiedad, padecer fobias o tener problemas de conducta, que les impiden convivir con normalidad en su entorno. Cada perro es un ser único e irrepetible. Su personalidad depende de su carga genética, de las peculiaridades de su raza y del trato y educación que recibe. Ellos también tienen un mundo emocional. Se estresan o entristecen, por lo que, además de velar por su salud física, hay que hacerlo también por su estado anímico.

El perro es un animal muy social, que necesita convivir con sus dueños y otros congéneres para ser feliz y estar equilibrado. Para el perro, su familia humana equivale a la jauría que funciona con una determinada jerarquía.
Si el perro no puede interactuar con su grupo humano y sentirse integrado, lo más probable es que surjan problemas de conducta, como los comportamientos destructivos o compulsivos, entre otros. Helena Bat, etóloga (experta en comportamiento canino), recomienda mantener una comunicación adecuada con el perro como forma de prevenir problemas de conducta y de preservar el bienestar psicológico del animal.
El comportamiento de los dueños es fundamental para evitar problemas de conducta en el animal, es decir, de ellos depende que el animal esté bien socializado y educado. El período de socialización del cachorro (entre las 3 y las 12 semanas de vida) es fundamental para que un perro sea equilibrado. Según Manuel Lázaro, veterinario, "es el momento en que el cachorro tiene que aprender más cosas y acostumbrarse a nuevas situaciones, como controlar la agresividad cuando muerde, convivir con otros animales o no tener miedo a los ruidos". Una vez que se detectan trastornos de conducta en el perro, en el 80% de los casos se resuelven a través de cuatro terapias básicas:
• Instaurar una jerarquía correcta en el entorno familiar del perro. El animal debe ocupar el último escalafón de la jerarquía.
• Ayudarle a desarrollar su capacidad de autocontrol. Hay que poner límites al perro, como enseñarle a no morder cuando es un cachorro.
• Orientar al animal hacia la tendencia de sentir apego por todo el grupo familiar y no solo por una persona.
• Cuando el perro atraviesa una depresión por un hecho puntual, como un abandono, ayudarle a explorar y descubrir otras facetas en su vida diaria que le aporten una visión positiva.

En cuanto a las patologías del comportamiento, las más habituales son:
• Agresividad por dominancia, miedo, territorial, ofensiva, defensiva.

• Las fobias o miedos a situaciones concretas, como el ruido de los petardos.
• La ansiedad, provocada por una fobia no superada, un trastorno relacionado con la capacidad de comunicación o por incapacidad a adaptarse a situaciones nuevas.
• La depresión, que tiene su origen en traumas, como la muerte de un ser querido, un abandono o el estrés.
Salud psicológica del perro y tratamiento
Un correcto planteamiento de la educación y la jerarquía en casa y, sobre todo, mucho cariño, amor y paciencia, son ingredientes fundamentales para que el perro sea feliz y tenga un carácter equilibrado. Pero para conseguirlo, hay que saber cómo es un perro: cuáles son sus necesidades, cómo se siente feliz y cómo conseguir su bienestar y salud. Una vez que surge el problema y se necesita ayuda profesional, "en muchos casos, con una sesión y con implicación de los dueños puede solventarse el problema", explica Helena Bat. "El problema es la falta de compromiso de algunos dueños para trabajar y realizar las tareas que se le asignan en la terapia con el perro", añade.
Puede darse el caso de que el perro esté bien educado, pero que ante determinadas circunstancias reaccione de manera inadecuada e inusual y los dueños no sepan cómo abordar el problema. Entonces es recomendable solicitar ayuda profesional.
Para que el perro tenga un carácter equilibrado, hay que conocer sus necesidades, cómo se siente feliz y cómo conseguir su bienestar y salud
Se puede comenzar por la consulta del veterinario para que nos aconseje, porque no hay que dejar de dar importancia a un cambio que afecta de manera negativa a la convivencia de la familia con el perro. Cuando el animal tiene problemas psicológicos, sufre cambios notables en su comportamiento como: inapetencia, conductas destructivas o hacer movimientos repetitivos. Frente a estos síntomas hay que acudir cuanto antes al veterinario.


La terapia  tiene como finalidad, recibir las inquietudes de los propietarios sobre las diferentes conductas caninas que afloran en sus perros y que por motivos varios no se pueden permitir o influyen en el buen ritmo de la convivencia con ellos.




miércoles, 19 de septiembre de 2012

Nuestro Equilibrio Emocional Alayza Escudero R: Los niños y Los perros

Nuestro Equilibrio Emocional Alayza Escudero R: Los niños y Los perros: Una de las relaciones que más contrastes tienen, son la de los niños y los perros. Todos conocemos hermosas historias de perros que ama...

Los niños y Los perros


Una de las relaciones que más contrastes tienen, son la de los niños y los perros. Todos conocemos hermosas historias de perros que aman a sus amos-niños, que los cuidan, que no se separan de ellos. Conocemos muchos niños que aman a sus per
ros y harían cualquier cosa por ellos, vaya que lo sé, yo fui un niño de esos. Sin embargo la moneda también tiene otra cara y también hemos escuchado tristes historias de niños mordidos y atacados por perros, de niños que después de molestar al perro fueron agredidos, y de niños que maltrataban al perro al amparo e indiferencia de sus padres. En Estados Unidos la mayor cantidad de casos sobre reportes de mordidas son a niños, se calcula que al año son mordidos 2 millones de personas, la mayoría de estos son infantes solo. Debemos de preguntarnos el porqué de estas reacciones.

El perro se comunica con el humano básicamente a través del lenguaje corporal, de esta manera ellos pueden conocer perfectamente nuestras intenciones para con ellos, saben si un adulto humano es hombre o mujer (macho o hembra), ya que el olor de testosterona o progesterona es fácilmente detectado por sus agudos olfatos. Entonces qué pasa con los niños, en que categoría entran ellos, ya que no huelen aun a feromonas ni masculinas ni femeninas, su lenguaje corporal es errático y todas las señales que envían son confusas, su comportamiento es inestable, gritan, corren, brincan, y hacen lo que cualquier niño hace. Evidentemente el perro no se siente, por lo menos en un principio, del todo confiado ante la presencia del niño, no sabe si lo va a lastimar, o si se aproxima a darle una caricia o le caerá encima o lo pisará, etcétera.
Si tenemos un perro que en su período de socialización no convivio mucho con niños pues este comportamiento se convierte en un peligro latente, y por tanto, los únicos que podemos hacer algo para que ese peligro desaparezca somos nosotros los adultos, con nuestra superioridad mental y como especie dominante, debemos de poner un orden y unas reglas de juego en la nueva relación que se está desarrollando entre el niño y el perro.
Es fundamental marcar los límites de la convivencia, ni al perro le permitimos ciertas conductas con el niño, ni tampoco le permitimos al niño que haga lo que desee con el perro. Debemos de enseñar a nuestros niños el respeto hacia los animales, es importante dejarles en claro que no se trata de un juguete, que es un ser vivo que siente, piensa y actúa. Podemos comenzar con nuestros hijos a enseñarles que tener un perro se trata de responsabilidad ya que hay que alimentarlo diario, bañarlo continuamente, cuidarlo, pasearlo, le enseñamos a ser respetuoso del animal, permitiéndole descansar mientras duerme o se canse del juego, dejarlo comer tranquilo, a no jalarle la cola ni hacer nada que pueda lastimarlo. Debemos de enseñarle a los niños a que “entrenen a los perros”, que el niño también emita ordenes y comandos y que lo premie con comida, juego o caricias cuando el perro obedezca.
La relación de perro-niño puede ser una de las mejores experiencias en la vida de un niño, es trascendental en el sentido de desarrollo humano y psicológico, sin mencionar que seguramente tendremos a un nuevo amante de por vida de los canidos u otros animal. En un mundo que glorifica las cosas materiales, es necesario retomar estos valores de amor y respeto por la naturaleza y la enseñanza comienza en casa, con la familia, con uno mismo. Una mala experiencia con un perro puede significar un gran problema en la vida del niño, un miedo, un trauma y una animadversión por la especie. Hay que tener mucho cuidado. Siempre debemos de supervisar la relación, separa las especies, esto es el niño es integrante de la familia humana y por lo tanto deberá de tener una mayor jerarquía sobre el perro, y para ello el perro no podrá hacer lo que se le antoje, no deberá dormir en la cama con el niño, ni comer mientras el come, y demás. Hay que hacer que las normas y las reglas se respeten en todo momento, tanto para el perro como para el niño.

RODRIGO SALAZAR T.
            2012

sábado, 15 de septiembre de 2012

El Bullying Cibernético


El Bullying cibernético es una variante del Bullying o acoso escolar que consiste en utilizar medios electrónicos como la computadora y el celular para acosar, intimidar y agredir psicológicamente a las víctimas, difundiendo por Internet información,  correos, videos o fotografías que atentan contra la intimidad del agredido. Es protagonizado por uno o varios acosadores hacia uno o varios de sus compañeros (acosados).
En estos medios el acosador no da la cara por lo que en el anonimato se siente seguro y protegido insultando y dañando al acosado. En este tipo de Bullying la actitud de la víctima no varía, al igual que en el acoso escolar, el niño o muchacho no se atreve a denunciar o informar a maestros y/o padres acerca de su situación por miedo y vergüenza, ya que en ocasiones las agresiones van más allá de los insultos difundiendo por internet información, correos, videos o fotografías. El Bullying Cibernético es aún más peligroso que el abuso escolar dentro del aula.

Estos son algunos consejos que pueden ayudar a enfrentar este problema
Evita responder las ofensas en la red. Si lo haces procura actuar con mesura, según las reglas de comportamiento creadas en internet (Netiqueta).
Cuando las amenazas o insultos persisten a pesar de mantener de bloquear al usuario, lo mejor es no persistir en navegar en dicha página.
Si los ataques en blogs, foros de discusión y otros contenidos que visitas usualmente se hacen más frecuentes, pide ayuda a un gestor (ra).
Hazle saber al acosador que su conducta es considerada un delito.
Desconfía de los contenidos que te piden rellenar tus datos personales. Limita esta información en lo posible para evitar que el acosador intente otras maneras de perjudicarte.
Guarda las pruebas de la agresión. Los mensajes de texto, fotos, charlas y comentarios online deben quedar registrados.
Busca ayuda desde el principio, no esperes a que la situación se vuelva más peligrosa para ti. Recuerda que no hay nada vergonzoso en querer defenderse con ayuda de los adultos; más bien es el ciber acosador quien debería avergonzarse de su conducta.
Para detener el cyberbullying en  mi opinión se debe tomar medidas en distintas áreas.

En forma Personal:
Hablar con el menor, recabando datos de los agresores, los medios que están empleando, y resguardar la información mediante copias o solicitando ayuda técnica.
Asegurar al menor que el acoso va a cesar, ayudar a dar fortaleza emocional  y buscar rápidamente apoyo psicoterapéutico. Contactar a los padres de los agresores para solicitar su inmediata intervención.                                                                                                                                                                                                 

En los Colegios:
Aunque la actividad de Internet en casa  es ajena a los colegios, los casos de bullying  en general son propios de los grupos escolares. Los padres, maestros y compañeros de la víctima, deben tomar intervención activa para proteger y parar el acoso. Se deben de instrumentar sanciones que pueden llegar   hasta la suspensión.

Juzgados de Menores:
Cualquier persona ante el conocimiento de acoso a menores, debe comunicar el hecho al Juzgado de Menores, para que él mismo con su intervención proteja al menor. Es importante guardar copias de los correos electrónicos (mails)  y no borrar los mensajes recibidos.

Cabe señalar que el problema no es si restringimos los aparatos o no, se trata de que parte del poder del internet es que la información fluye y nadie la censura y no la controla ninguna autoridad”.  Son las autoridades escolares, junto con las familias, las que deben ejercer un control mayor sobre las redes sociales. “En los colegios, por ejemplo, deberían instaurarse políticas que aseguren que el acoso, sea a través de Internet o en persona, es inaceptable.

Muchos niños hacen cosas online que jamás harían en la vida real. “Es el anonimato, la percepción errónea de que las cosas que se hacen en Internet no son tan dañinas como las que se hacen en el cara a cara. Al escribir algo en una red social, el adolescente no recibe una reacción física inmediata y puede mostrarse más desinhibido. Es importante que los padres le expliquen que sus acciones, sean en el medio que sean, pueden tener un efecto dañino”. Se  recomienda que si se sorprende al propio hijo acosando a otro adolescente lo mejor es restringirle el acceso a las redes sociales durante  una temporada. “Es importante que se le deje claro que lo irá recuperando según aprenda las normas adecuadas en la interacción online”. “A partir de entonces, los padres pueden ir dándole pequeños espacios de tiempo cada día, para que aprenda a recuperar el privilegio de interactuar en sus perfiles”.

Las formas más efectivas de combatir el ciber acoso son la información y la educación. Es bueno que padres y tutores sepan qué perfiles abren los niños, qué redes sociales frecuentan, cuántas horas al día dedican a ello. Y es todavía mejor que les enseñen que en la vida virtual, los insultos duelen tanto como en la vida real.
La prevención efectiva solo se puede dar con una buena comunicación y una mejor educación. Tan pronto sus hijos tengan acceso a las redes sociales es responsabilidad de los padres el educarles acerca de cómo comportarse cuando está en línea. Ante todo es fundamental la supervisión, conocer a cuales redes tiene acceso, que tipo de información pública, se debe tener claro que son menores por lo tanto su capacidad de criterio propio no se encuentra definido por lo que se puede dejar influenciar por distintos motivos. El uso de los aparatos electrónicos debe ser monitoreado y establecer horarios para evitar adicciones o dependencia al internet.
Trabajar desde muy pequeño la escala de valores esta será el punto de referencia y determinara pautas de conducta tanto en la vida real como en la internet.
El punto principal con los menores es la supervisión parental presencial, conocer la tecnología que utilizan sus hijos, no tanto con la finalidad restrictiva, sino para conocer los verdaderos alcances de la misma, y poder ofrecer orientación basada en el uso del sentido común, y de la experiencia de vida que tienen los padres, para que identifiquen posibles agresores.
Establecer consecuencias de detectarse un mal uso del internet como la restricción de aparatos tecnológicos.

Reflexión de Carl Jung


Aún una vida feliz no es factible sin una medida de oscuridad, y la palabra felicidad perdería su sentido si no estuviera balanceada con la tristeza. Es mucho mejor tomar las cosas como vienen, con paciencia y ecuanimidad. 
Carl Jung

Le preguntaron a Mahatma Gandhi


Le preguntaron a Mahatma Gandhi cuales eran los factores que destruyen al ser humano. les respondió así:

La Política sin principios, el Placer sin compromiso, la Riqueza sin trabajo, la Sabiduría sin carácter, los Negocios sin moral, la Ciencia sin humanidad y la Oración sin caridad.
La vida me ha enseñado que la gente es amable, si yo soy amable;
que las personas están tristes, si estoy triste;
que todos me quieren, si yo los quiero;
que todos son malos, si yo los odio;
que hay caras sonrientes, si les sonrío;
que hay caras amargas, si estoy amargado;
que el mundo está feliz, si yo soy feliz;
que la gente es enojona, si yo soy enojón;
que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido.

La vida es como un espejo: Si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa.
La actitud que tome frente a la vida, es la misma que la vida tomará ante mí.
"El que quiera ser amado, que ame".

viernes, 14 de septiembre de 2012

Ayúdate a ti mismo


"Ayúdate a ti mismo, evitando avanzar hacia tus metas personales demasiado rápido, porque tu prisa provoca decepciones que no mereces conocer, proponte avanzar despacio, pero estable, despacio pero seguro, ayúdate, no permitas un exceso de sugerencias continuas sobre lo que debes o no debes de hacer, acepta sugerencias pero mantén tu sello personal.


Ayúdate a ti mismo, no te dejes perturbar por las opiniones ajenas de quienes te sugieren continuamente, cambiar de look, cambiar de pareja, renunciar a una meta, por obstáculos lógicos que sabes que puedes superar, no te dejes perturbar por las opiniones continuas que nada tienen que ver con tu concepto de horizonte compartido. Ayúdate a ti mismo y evita preocuparte en exceso por la valoración que tienen los demás de ti, aprende a amar lo que haces, lo que eres, aprende a amar todo lo que intentes, aunque no lo logres todo.

Ayúdate a ti mismo, aprende a exigirte logros sin auto agredirte, sin convertirte en enemigo de ti mismo, aprende a perfeccionar tus aptitudes aprende a brillar en el sitio donde estés, aunque no estés donde realmente merezcas.

Ayúdate a ti mismo, no permitas que ninguna circunstancia o persona te haga sentir insignificante, porque sólo eres insignificante, cuando no has aprendido a modificar tus metas, si las circunstancias te lo exigen, cambiar de metas de propósitos no significa renunciar a tu medalla.

Ayúdate a ti mismo, aprende de todo lo que te rodea, aunque sientas que el entorno no te satisface, aprende todo lo que puedas del entorno, para que nada de lo que está cerca de ti te sorprenda, con una decepción inmerecida, conoce cada centímetro de tu espacio para que estés seguro que tu espacio te pertenece, aprende a conocer cada centímetro de lo que respira cerca de ti.

Ayúdate a ti mismo, aprende a olvidar perdonando, aprende a olvidar concentrándote en tus sueños dormidos, despiertalos. Ayúdate, aprende a olvidar reconociendo que entregaste mucho y recibiste muy poco a cambio, pero el perdedor no fuiste precisamente tú, porque cada cual muestra en el exterior lo que lleva en el interior. Ayúdate y aprende a olvidar, a perdonar, cualquier ofensa personal o profesional realizándote con estabilidad y sin prisa.

Ayúdate, no sigas llorando por todo lo perdido, porque lo perdido no regresa y si regresa es totalmente diferente.
Ayúdate, enamórate de lo que eres de lo que haces, aprende a decirte "me quiero" "me amo" con mis canas, con mis arrugas, me quiero, con mis errores por corregir y con mis potencialidades por descubrir, aprende a amar la enseñanzas de tus decepciones cotidianas, porque ellas son tus mejores maestros, te dotan de un reflejo exacto contra un golpe inesperado.

Ayúdate a ti mismo, aprende a creer en ti, aunque son pocos los que te sigan o comprendan porque quién como tú, para saber hacia dónde van tus pasos tercos, tus pasos con argumentos, porque el mejor argumento son tus cicatrices inmerecidas, quién como tú, para saber hasta donde puedes llegar, para no decepcionarte a ti mismo.

Ayúdate a ti mismo, aprende a interiorizar un golpe personal inmerecido, una pérdida injusta de alguien que se marchó sin pedir permiso, aprende a interiorizar el momento triste que estás viviendo ¡¡lo puedes superar porque estás vivo!!"

jueves, 13 de septiembre de 2012

CERRANDO PUERTAS



Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando. 

¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los porqués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante. 

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros. 

Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente. 

El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú. Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte mentalmente, envenenarte, y amargarte. 

La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio. 

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida. 

Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir. 

Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate. 

Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. 
¡Esa es la vida! 
Paulo Coelho

Queda Prohibido......


Queda prohibido llorar sin aprender, 
 levantarte un día sin saber que hacer, 
tener miedo a tus recuerdos. 

Queda prohibido no sonreír a los problemas, 
no luchar por lo que quieres, 
abandonarlo todo por miedo, 
no convertir en realidad tus sueños. 

Queda prohibido no demostrar tu amor, 
hacer que alguien pague tus deudas y el mal humor. 

Queda prohibido dejar a tus amigos, 
no intentar comprender lo que vivieron juntos, 
llamarles solo cuando los necesitas. 

Queda prohibido no ser tú ante la gente, 
fingir ante las personas que no te importan, 
hacerte el gracioso con tal de que te recuerden, 
olvidar a toda la gente que te quiere. 

Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo, 
no creer en Dios y hacer tu destino, 
tener miedo a la vida y a sus compromisos, 
no vivir cada día como si fuera un ultimo suspiro. 

Queda prohibido echar a alguien de menos sin alegrarte, 
olvidar sus ojos, su risa, 
todo porque sus caminos han dejado de abrazarse, 
olvidar su pasado y pagarlo con su presente. 

Queda prohibido no intentar comprender a las personas, 
pensar que sus vidas valen mas que la tuya, 
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha. 

Queda prohibido no crear tu historia, 
no tener un momento para la gente que te necesita, 
no comprender que lo que la vida te da, 
también te lo quita. 

Queda prohibido no buscar tu felicidad, 
no vivir tu vida con una actitud positiva, 
no pensar en que podemos ser mejores, 
no sentir que sin ti este mundo no sería igual. ” 

Autor: Pablo Neruda 

jueves, 6 de septiembre de 2012

LA HUMILDAD



El valor de la humildad ayuda a las personas a contener la necesidad de decir o hacer gala de sus virtudes a los demás. Una personas que vive la humildad hace el esfuerzo de escuchar y de aceptar a todos. Cuando más aceptamos, más se obtendrá el cariño y reconocimiento, porque una palabra dicha con humildad tiene 
el significado de mil palabras agradables. 

Humildad es aceptar las cualidades con las que nacemos o desarrollamos, desde el cuerpo hasta las posesiones más preciadas. Por tanto, debemos utilizar estos recursos de forma valiente y benevolente.      Ser humilde es dejar hacer y dejar ser, si aprendemos a eliminar la arrogancia,  reconocemos las capacidades físicas, intelectuales y emocionales de los demás.  Por tanto, el signo de la grandeza es la humildad. La humildad permite a la persona  ser digna de confianza, flexible y adaptable. En la medida en que somos  humildes, adquirimos grandeza en el corazón de los demás. 

El éxito en el servicio a los demás proviene de la humildad; cuanto más humildes, mayores logros obtendremos. No puede haber beneficio para el mundo sin la humildad. Una persona humilde puede adaptarse a todos los ambientes, por negativos que éstos sean; nunca dirán “no era mi intención decirlo”, según la actitud, las palabras reflejarán eso, entonces debemos cuidar nuestras palabras para no lastimar sin desearlo. Cuando expresemos una opinión debemos hacerlo con el corazón y mente abierta para aceptar las particularidades, la fortaleza y la sensibilidad de uno mismo y de los demás. 

Para ser humildes, necesitamos ser realistas, conocernos a nosotros mismos tal como somos. Únicamente así podremos aprovechar todo lo que poseemos para obrar el bien. Siempre encontramos cosas en nuestra propia persona que no nos gustan, capacidades que no estamos  aprovechando o cualidades que no estamos desarrollando. Lo importante  es aceptar la situación  e intentar luchar por superarse día a día.

lunes, 3 de septiembre de 2012

La Inteligencia Emocional y Nuestros Hijos


El mecanismo básico que funciona tras el deseo de tratar siempre de hacer las cosas lo mejor posible es la motivación e interés que tenga la persona en determinada situación o actividad; si estas no están presente nuestros sentidos están totalmente cerrados, por lo general el ser humano responde de manera significativa cuando se encuentran involucrados sus interés y motivaciones. El estado de ánimo es un factor muy importante en el desempeño y rendimiento de las personas.

Es saludable promover el deseo de competitividad en los niños y jóvenes ya que esto les permite la formación del carácter integral y el desarrollo de su personalidad. Lo importante es enseñarles que no siempre se gana, pero siempre se debe luchar, buscando resolver cualquier obstáculo que pudiera surgir para llevar a cabo su tarea con éxito, siempre dar nuestro límite superior. Aprender que podemos vernos beneficiados al ganar y al perder ya que de ambas experiencias siempre habrá un aprendizaje significativo el cual les dará mayor fortaleza al  desarrollo integro de su carácter y personalidad.

Cuando se tienen altos niveles de autoexigencia  se producen estándares de funcionamientos altos y rígidos. Es importante mantener niveles de competitividad y exigencia personal relativa o moderadamente altos para ser competentes, cuando los niveles son irracionales, demasiados altos e inalcanzables producen sentimientos de ineficacia y la imposibilidad de controlar la situación producirá estrés y ansiedad, los que a su vez afectarán el rendimiento alejando cada vez más a la persona de la meta.

Se puede convertir en un problema cuando los jóvenes carecen de buena autoestima y al estar en situaciones de competitividad puede producir mucha incertidumbre, ansiedad y  llenarse de altas expectativas personales y familiares las cuales pueden producir frustración y decepción. Debe existir un equilibrio en el ser humano que le permita manejar sus emociones, las relaciones y la vida misma.

Cuando la persona deja de ver la experiencia de competencia como una oportunidad de crecimiento personal saludable y se convierte en frustración, obsesión, solamente apunta a lastimar la autoestima, autoconcepto y autoimagen pilares básicos para el desarrollo de un buen ego.

La cultura en que nos desarrollamos hoy en día nos ha enseñado a lastimarnos cada vez que nos equivocamos, perdemos el rumbo o no alcanzamos las metas personales. Vivimos en u n mundo de presión social, en el mundo de los “debo” o “deberías”.

Ciertos adultos tienden a presionar a los niños para que sean los mejores en todo lo que hacen, en especial, en la escuela y en sus prácticas deportivas. Semejante sobre exigencia suele traer aparejados efectos secundarios no deseados.

Los padres deben tener claro al educar a sus hijos que  una nota baja (o no tan alta) no es una catástrofe, sino una dificultad a afrontar (como tantas que encontraremos en nuestro futuro). Hoy en día, veo a muchos adultos que sobre exigen a sus hijos en la escuela, en el deporte o en la actividad extra que practican, buscando que sean los más exitosos. También fomentan una competitividad exacerbada en relación con otros niños y los comparan permanentemente (¿ves que Ricardito siempre hace esto mejor que tú?). Otros los mantienen hiper ocupados constantemente (con cursos varios) y no les dejan tiempo libre, necesario para jugar o para descansar. Ambas posturas  suelen dar resultados contraproducentes que pueden llegar a generar enfermedades o trastornos de aprendizaje o de conducta (ansiedad, depresión, etc.)

Debemos enseñarles a nuestros jóvenes a disfrutar de las competencias y de la oportunidad de aprendizaje que conlleva esta experiencia. Tener claro que lo más importante no es ser el mejor estudiante, mejor deportista o mejor hijo, sino  intentarlo de manera honesta, dando lo mejor de sí, disfrutando mientras se llega a la meta. Las personas que hacen el éxito un valor, que son extremadamente competitivas, rígidas, siempre tendrán sensación de insuficiencia.

Es lógico querer que un hijo o una hija se destaquen y nos hagan sentir orgullosos. También es muy válido querer que ellos estudien y aprendan lo más posible en la escuela. Pero no existen los hijos perfectos, así como tampoco hay padres perfectos. Detectar sus necesidades, sus capacidades y sus deseos contribuirá enormemente a criar futuros adultos felices, plenos y realizados.

Las distinciones honorificas juegan un papel importante ya que son el reconocimiento del esfuerzo del estudiante y a la vez se convierte en un reforzador para que este se sienta con la autoestima más alta y desee mejorar cada día más y desarrollar su máxima capacidad.

La Inteligencia Emocional  se basa en “La capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los ajenos, de motivarnos y de manejar bien las emociones en nosotros mismos y en las relaciones interpersonales que establecemos”.

Para triunfar importa más la Inteligencia Emocional que la Racional. Nuestras decisiones y las acciones que llevamos a cabo, dependen tanto de nuestros pensamientos como de los sentimientos que albergamos.




 

sábado, 1 de septiembre de 2012

¿Qué es el divorcio?


Un matrimonio se divorcia cuando los integrantes de la pareja deciden que ya no pueden continuar viviendo juntos y no quieren seguir estando casados. Acuerdan firmar ciertos papeles con validez legal que les permiten volver a ser solteros y casarse con otras personas si lo desean.


Aunque esto puede parecer sencillo, no resulta fácil para una pareja decidir ponerle fin a su matrimonio. A menudo, antes de decidir divorciarse, se toman un largo tiempo para intentar resolver los problemas que existen. Sin embargo, en ocasiones, no pueden resolver esos problemas y deciden que el divorcio es la mejor solución.
En ciertos casos, ambos padres desean divorciarse; en otros, sólo uno lo desea. Por lo general, ambos se sienten desilusionados porque su matrimonio no duró para siempre, incluso cuando uno de ellos desee divorciarse más que el otro.
Muchos niños no desean que sus padres se divorcien. Algunos niños tienen sentimientos encontrados acerca del tema, en especial cuando saben que sus padres no eran felices juntos. Algunos niños pueden llegar incluso a sentirse aliviados cuando sus padres se divorcian, en especial si ellos se peleaban mucho cuando estaban casados.
Es muy importante que los niños sepan que el hecho de que sus padres se hayan divorciado no significa que se han divorciado de sus hijos. Algunos niños piensan que, si sus padres se están divorciando, tanto su papá como su mamá también querrán abandonarlos a ellos.
Si bien es cierto que un niño cuyos padres se han divorciado suele vivir con uno de ellos la mayor parte del tiempo, el que no vive con él sigue siendo su mamá o su papá para siempre. Eso nunca cambiará.

¡Los niños no son los causantes del divorcio!

Existen muchos motivos por los cuales la gente se divorcia. Tal vez, la relación se haya enfriado. Quizás el amor mutuo que alguna vez ambos sintieron haya cambiado. Tal vez, se pelean y no pueden ponerse de acuerdo acerca de nada. Cada pareja tiene sus propios motivos para divorciarse. Más allá de cuáles sean las razones, hay algo que es indudable: ¡Los niños no son los causantes del divorcio!
Sin embargo, muchos hijos de padres divorciados creen que ellos son los responsables de que su papá y su mamá se hayan divorciado. Piensan que, si se hubieran portado mejor, hubieran obtenido mejores calificaciones o hubieran ayudado más en las tareas de la casa, sus padres no se habrían divorciado. Pero esto no es verdad. ¡El divorcio es algo que deciden las mamás y los papás!
El hecho de que alguna vez hayas escuchado a tus padres discutir acerca de ti o de que tu vecino crea que sus padres se divorciaron porque él tuvo problemas en la escuela no es motivo para que un matrimonio decida divorciarse. Quizá sientas que eres el culpable de que tus padres se hayan divorciado, pero no eres el causante. Y el hecho de que tus padres decidan ponerle fin a su matrimonio no es tu culpa.

¡Los niños no pueden evitar el divorcio!

Así como los niños no son culpables del divorcio, tampoco pueden hacer que sus padres vuelvan a estar juntos. En la mayoría de los casos, los padres no se reconcilian, aunque muchos niños lo deseen e incluso intenten hacer cosas destinadas a lograrlo. Es posible que, si te comportas como un ángel todo el tiempo (¿quién puede hacerlo?) y obtienes las mejores calificaciones en la escuela (algo también muy difícil de lograr), tus padres estén contentos contigo, pero eso no significa que vuelvan a estar juntos.
Lo opuesto también es verdad. El hecho de que te metas en problemas para que tu mamá y tu papá tengan que reunirse a conversar acerca de ese tema tampoco logrará la reconciliación. Por lo tanto, solo sé tú mismo y trata de conversar con tus padres acerca de tus sentimientos.

¡Siento que mi mundo se ha derrumbado!

Si tus padres se están divorciando o estás ayudando a un amigo que se encuentra en esa situación, hay algunas cosas importantes que debes recordar acerca de los sentimientos. En primer lugar, es normal que experimentes una gran cantidad de sentimientos diferentes, como enojo, miedo y tristeza.
En segundo lugar, aunque te parezca que tu mundo se ha derrumbado, con el tiempo todo volverá a estar bien. Tu vida quizás haya sufrido algunos pequeños cambios, pero todo volverá a recomponerse... tal vez, antes de lo que tú crees.
Mientras tanto, existen maneras de manejar los sentimientos que estás experimentando. Si estás muy enojado, puedes darle puñetazos a la almohada, patear cajas vacías, pegarle a la pelota de béisbol o correr a toda velocidad durante todo el tiempo que resistas. Pero nunca debes descargar tus sentimientos en otra persona.
También puede resultar útil contarle a alguien cómo te sientes. Si estás realmente enojado, debes expresarlo. Hablar de lo que sientes es mucho mejor que guardarte los sentimientos o mostrarte gruñón e irritable.
En ocasiones, el solo hecho de hablar con alguien representa un gran alivio. Sólo intenta decir lo siguiente: "¡Estoy tan enojado (o triste o preocupado) por el divorcio de mis padres! ¡Me afecta muchísimo!". Te sentirás aún mejor si la persona que te está escuchando te responde, por ejemplo, de la siguiente manera: "Es lógico que te sientas así. Entiendo perfectamente lo que te sucede". En ocasiones, es suficiente con ese breve diálogo.
Algunas veces, esto es sólo el comienzo de todas las conversaciones que mantendrás. Habla con uno de tus padres. Si eso te incomoda, busca a alguien con quien te guste conversar; tal vez, tu hermano o tu hermana, un maestro, un consejero escolar un vecino o uno de tus abuelos. Es difícil expresar lo que uno siente, pero resulta de gran ayuda.
Si tienes un amigo cuyos padres se están divorciando, intenta escucharlo con atención cuando él quiera hablar contigo. El divorcio nunca es fácil.
En ocasiones, los sentimientos que experimentan los niños respecto del divorcio de sus padres son tan fuertes que les cuesta concentrarse en otra cosa. Cuando los niños están muy tristes, enojados o preocupados, es probable que no presten atención en clase, que no se concentren en sus tareas o que ni siquiera puedan recordar algo que acaban de leer. Si esto sucede, es fundamental buscar ayuda.
Es probable que los niños se sientan mucho mejor después de conversar con un terapeuta, un consejero o un asistente social. Estos adultos están capacitados para conversar con las personas acerca de sus problemas y para ayudarlas cuando experimentan sentimientos demasiado intensos. También existen grupos de apoyo en escuelas y otros lugares de la comunidad, donde los niños pueden conocer a otros niños cuyos padres se han divorciado o están divorciándose y hablar de cómo los afecta la situación que están viviendo. Además, existe una gran cantidad de libros acerca del divorcio especialmente escritos para niños.

La vida después del divorcio

Por lo general, cuando los padres se divorcian, uno de ellos se va de la casa y vive en otro lugar. Algunos niños pasan cierto tiempo viviendo con uno de sus padres y cierto tiempo viviendo con el otro. Otros niños viven la mayor parte del tiempo con uno de los padres y visitan al otro. Si éste es tu caso, al principio puede parecerte extraño visitar a tu propio padre, pero quizás empieces a disfrutar pasar algún tiempo fuera de la casa donde vives todos los días. Y puede hacerte sentir bien saber que tienes dos hogares donde alguien te ama.
Si vives la mayor parte del tiempo con uno de tus padres, el otro quizá viva cerca o lejos. La frecuencia con la que lo visites podría depender, en parte, de dónde viva cada uno. Algunos niños cuyos padres se divorcian deben mudarse a una nueva casa o un nuevo vecindario, y eso también puede resultar difícil. A menudo (más allá del gran cambio que implica el divorcio), la mayoría de las otras cuestiones -la escuela, los amigos y el vecindario- no se modificarán.

Cuándo decir lo que se piensa

En ocasiones, los problemas aparecen cuando los niños visitan a uno de sus padres y luego vuelven con el otro a la casa donde viven. Por ejemplo, uno de los padres quizás haga muchas preguntas acerca de lo que el otro está haciendo. En ocasiones, alguno de los padres quiere que el niño sea un mensajero entre una casa y la otra. Los niños suelen sentirse incómodos cuando esto sucede. Desearían que sus padres hablaran entre sí para preguntarse lo que quieren saber.
Los niños no desean sentirse en el medio. Si alguna situación de este tipo te sucede, habla con tus padres y diles cómo te hace sentir.

El futuro

¿No te gustaría saber lo que te depara el futuro? Para un niño cuyos padres se han divorciado, el futuro puede significar la posibilidad de tener familias postizas. No esperes que todo se desarrolle siempre armoniosamente.
Puede resultar muy difícil afrontar el divorcio, pero intenta recordar que a muchos niños les sucede lo mismo que a ti y, por lo general, todo y todos vuelven a la normalidad. De hecho, aunque te parezca que todo está mal en este momento, te sorprenderías de todas las cosas buenas que te depara el futuro.